Un poquito hermético, un poquito tramposo Gurdjieff nos cuenta su vida, pero no del todo. Principes rusos, turbios negocios, libros herméticos, antiguos monasterios y alfombras persas. El cuarto camino parece ser el camino del buscavidas, atrevido y un poco saltimbanqui. Finalmente inventa un método espiritual adornado con música y baile, huye de Rusia y se instala en París con algunos otros exiliados, condesas incluidas. El eneágono es su gran invento. Este es un pequeño itinerario de sus viajes, según él mismo los cuenta.
BG